Las crepes pueden ser saladas y dulces y aunque cualquier versión es deliciosa, hoy os contaremos cómo nació una de las crepes dulces más famosas del mundo, la “Crepe Suzette”.
Parece que la magia sucedió a finales del siglo XIX en Montecarlo, en una cena con el Príncipe de Gales. El chef eligió como postre unas crepes cubiertas de salsa de frutas pero tuvo tan mala suerte que cuando estaba preparando la salsa, derramó licor en la sartén y se quemó todo. Al ver su esfuerzo arruinado, pura curiosidad decidió probar la salsa y quedó fascinado con el sabor tan especial que tenía. Así pues, decidió no cambiar de postre y servir las crepes según su receta original.
Al Príncipe de Gales le gustaron tanto que dicen que dejó el plato limpio. Estaba tan sorprendido que preguntó al chef por el nombre de ese postre tan rico. El cocinero contestó, “crepe princesse”, pero el príncipe propuso otro nombre, “crepe Suzette”, en honor a una niña que se encontraba en la cena.
Y así es como nacieron estas crepes tan famosas, por casualidad, como otras muchas recetas deliciosas.